21 de julio de 2009

Nada se compara


Escrito por Pablo Santi

El primer año de vida de Sponsors trajo a la escena local un renovado aire de renovación. La sensación de que la banda y su gente disfrutaron de este proceso hace pensar que es sólo el comienzo de algo más importante.

Se cumple un año del debut en vivo de Sponsors. Pasaron 12 meses después de aquella noche en Niceto donde se respiraba un clima de incertidumbre y emoción. La expectativa por ver de que se trataba el nuevo proyecto de Joaquín post Turf y la ansiedad de ver a su nueva banda hacian de esa noche algo especial.

Cuando dijo un rato después, ya sobre el escenario, “ustedes van a poder decir: yo vi el primer show de Sponsors” hizo que aquel concierto se transforme en algo histórico e irrepetible. Lo que sí se repitió durante este primer año en la ruta y en todos los conciertos que la banda realizó es ese sentido de entrega total de parte de los músicos hacia su gente.

Cuando el diccionario habla de música dice que la misma es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos y cuando la música que compone y graba un determinado artista o grupo logra conmover al que la escucha esto genera un acercamiento entre el artista y los que pasan a ser sus seguidores.

En un concierto de rock, además de música, se suman muchas otras cosas que estimulan otros sentidos. La puesta en escena (vestimentas, iluminación, escenario) estimulan la vista pero hay algo que estimula la emoción y que no puede verse ni oirse. Que pasa por otro lado y que no puede explicarse, sólo puede vivirse. Es la actitud.

La actitud de dejar todo arriba del escenario, como lo hizo Sponsors durante este primer año, en cualquier ocasión y bajo toda circunstancia. Ya sea ante una gran cantidad de gente (Pepsi Music) como ante una concurrencia exigua (1er Balón Rojo). Ya sea superando todo inconveniente técnico posible (Circus) como ante la puesta más cuidada (La Trastienda).

El motor de esa actitud es Joaquín Levinton, un frontman todo terreno. Si bien quizás no ingrese en la categoría de los mejores cantantes es sin lugar a dudas uno de los mejores showman de la escena local. Con el desenfado de Jagger, con el carisma de Rod Stewart sube al escenario y se lleva todo puesto dejando siempre hasta la última reserva. Con días más acelerados y días más mesurados pero siempre entregando todo al público ya sean tres, cientos o miles quienes estén del otro lado. Y con un don especial a la hora de componer instalando clásicos en la escena del rock nacional, a esta altura irrefutables, dejando en ridiculo a aquellos que lo calificaron en su momento como “exitoso compositor de jingles” (faceta en la que podría incursionar sin ningún tipo de problemas, le sobran talento y personalidad).

Y detrás de él una banda con todas las letras. Gutty es el ejemplo de todo lo que tiene que tener el guitarrista de un grupo de rock. Un sonido bestial, una trabajada técnica de ejecución y una personalidad avasallante en escena. Al verlo tocar con Joaquín parece que hicieran muchos años que comparten el mismo escenario.

Pica parece el cerebro del grupo. Conforma con Mr. Ganja una sólida base rítmica sobre la cual el resto parece apoyarse para despegar y parece que nunca van a fallar. Además de aportar eso controla que toda la energía que emite Sponsors en el escenario no desencaje de su lugar a cada componente del show.

Agustín es fantasía. Sus arreglos permiten darle colores y matices a todos los climas que las composiciones de Joaquín requieren y le aportan ese toque especial que los separa de una simple banda de rock, sin por ello perder actitud.

Este primer año parece ser sólo el comienzo de algo más importante. La banda comenzó a conocer todo su potencial arriba y abajo del escenario y cada músico va delineando el rol que le corresponde. El tiempo dirá si fue el inicio de algo trascendente o no.

En este camino los Sponsors dejaron un excelente disco de estudio y numerosos shows de los cuales el público siempre salió satisfecho. Canalizar toda la energía que genera la banda es la misión de los músicos. Como toda obra artística el tiempo dirá si conmovió e impactó en mucha o poca gente. Disfrutar del proceso es un premio para ellos y para sus seguidores y eso es quizás lo más importante de todo.

En un mercado donde todas las bandas parecen cortadas por la misma tijera y donde todos los álbumes editados parecen fabricados en el mismo lugar (salvo algunas raras excepciones) Sponsors trajo un poco de renovado aire a la escena local. Verlos tocar en vivo ya es un premio mayor que algunos hemos podido disfrutar.

Desde acá un agradecimiento especial para los músicos que hicieron que este último año de nuestras vidas lo hayamos disfrutado un poco mas y que nuestros sentidos se estimulen para conmovernos una vez más.

Gracias y larga vida a Sponsors!!!!!!!

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